Certificados de Ahorro Energético (CAE): Contexto socioeconómico actual

Nos encontramos en un momento decisivo en lo que a gestión energética se refiere, por todos los factores que influyen en la generación de energía, su almacenamiento, en su transformación en novedosos vectores energéticos, la transmisión a través de las redes y el propio consumo. Todo apunta al concepto de Eficiencia Energética, a cambiar las pautas y tecnologías de generación y consumo, para lograr ahorrar energía y que provenga de fuentes no fósiles.

La Unión Europea con el paquete de medidas Fit for 55 (Objetivo 55) está revisando al alza los objetivos de ahorro energético fijados para 2030 y 2050. Se marca como estrategia: lo primero es la eficiencia energética. El foco hasta ahora estaba en la electrificación y las renovables, que resulta insuficiente para alcanzar los objetivos de neutralidad climática. Se deben abordar recortes drásticos en consumos energéticos.

Debemos desacoplar nuestro bienestar y nuestro crecimiento económico del aumento de consumo energético. Ambas variables llevan acopladas 200 años, creciendo proporcionalmente población y consumo energético. Sin embargo, partir de los años 50 se muestra un incremento anual del consumo energético exponencial con relación a la población, siendo el abismo entre consumo energético y población mayor a medida que pasan los años. El desacoplamiento es clave para mitigar el impacto que tiene el uso de la energía en el cambio climático, pero también otros conceptos, como la dependencia de materias primas, la vulnerabilidad económica, la sobreexplotación de los recursos y mejorar y reforzar el concepto de soberanía estratégica.

CAE: Políticas públicas de Eficiencia Energética

Existe un gran consenso en que es de gran importancia el diseño de políticas públicas que fomenten la Eficiencia Energética. Debe ser una responsabilidad tanto para los gestores públicos, que toman decisiones sobre dónde asignar los presupuestos o cómo diseñar las prácticas energéticas, como para los operadores económicos, que deben mantener su competitividad en unos mercados globales y cada vez más tensionados.

El sistema CAE está llamado a jugar un papel muy relevante en la consecución de los objetivos de eficiencia energética. Este sistema de Certificados de Ahorro Energético, que fue aprobado por el Gobierno en el pasado mes de enero por el Real Decreto 36/2023, supone una profunda transformación del sistema de ahorro de energía en los sectores económicos, optimizando su eficiencia y otorgando parte del protagonismo que tenían a los ciudadanos y a las empresas, que van a tener más capacidad a la hora de tomar las decisiones y de gestionar el consumo de energía mediante un modelo que es más flexible, más dinámico y más digitalizado. El consumidor tradicional adquiere la iniciativa en la gestión de la demanda energética.

La demanda, la eficiencia energética implica tecnología, conocimiento, indicadores de evaluación y monetización del ahorro respecto a la reducción del consumo energético. Con el Real Decreto 36/2023, se ha hecho un esfuerzo por universalizar la medida de los ahorros que se genera en cada actuación, en cada proyecto de eficiencia energética.

Lo más interesante, quizás, es que, por primera vez en la historia de este país, se va a monetizar el ahorro, es decir, compensar económicamente el kwh ahorrado. Este incentivo económico a aquellos que hayan realizado un esfuerzo inversor en función de los ahorros que generen dichas inversiones, esperamos de un vuelco al mercado y se extiendan masivamente las tecnologías e instalaciones que sean más eficientes energéticamente. 

 

Clara González-Pedraz

Clara González-Pedraz

Responsable de Energía en EQA

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