El agua: nuestra fuente de bienestar y paz

Empezaré diciendo una obviedad: el agua es un recurso natural, es escaso y como tal, es finito. Es decir, si no la cuidamos y la gestionamos mejor, sufriremos gravísimas consecuencias.

La publicación de este artículo coincide con el Día Mundial del Agua que, como señala la Directora General de la UNESCO, Audrey Azoulay: “En este Día Mundial, la UNESCO recuerda que el agua, cuyo ciclo es planetario, desafía constantemente las fronteras humanas. Así pues, actuemos en consecuencia y tratemos el agua como lo que es: un bien vital y común de la humanidad, que debe por tanto considerarse a escala de toda la humanidad”.

Este pasado año, el 2023, nos sirve para lanzar un recordatorio contundente de los devastadores impactos que puede tener la escasez de agua. En España nos ha golpeado una de las peores sequías de los últimos años en la que, no solo sectores como el agrícola ha sufrido grandísimas pérdidas económicas (se estiman en 5.550 millones de euros), el sector turístico o servicios también se ven afectados incluso algo tan normalizado como ir al gimnasio y ducharse después de hacer deporte estuvo restringido en Cataluña a causa de la gravísima falta de agua.

La falta de agua ya no es un caso aislado sin consecuencias en nuestra vida diaria, la falta de agua nos ha demostrado que puede tener consecuencias muy dañinas en nuestro día a día y que mitigar este riesgo, nos interpela a toda la sociedad.

En este Día Mundial del Agua, es importante que podamos reflexionar sobre cómo la sociedad en general (gobiernos, empresas, tercer sector e individuos) debemos actuar y gestionar desafíos cada vez más urgentes para los que no estamos preparados. Con el lema ‘Agua para la paz’, las organizaciones adheridas a este día pretenden concienciar sobre la importancia del agua a todas sus escalas. Aunque, a priori, nos pueda parecer conceptos desconectados, las Naciones Unidas señalan que “el agua puede crear paz o desencadenar conflictos. Cuando el agua escasea o está contaminada, o cuando las personas tienen un acceso desigual o nulo, pueden aumentar las tensiones entre comunidades y países”.

Ante tales desafíos, siempre me gusta echar mano de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030, porque interpela a toda la sociedad y nos plantea desafíos y metas compartidas.

El Objetivo 6 defiende “Garantizar la disponibilidad y la gestión sostenible del agua y el saneamiento para todos”. El INE[1], a través de la Secretaría de Estado de la Agenda 2030, planteó unir las metas a indicadores de desempeño, una herramienta útil que nos sirve para hacernos una idea de cómo evolucionamos -o involucionamos en muchos casos- en la consecución de los Objetivos del Milenio.

España es de los países europeos con mayor riesgo de estrés hídrico. Hay estudios que apuntan que, en el 2050, de no actuar, el 75% de la población se vería afectada a un riesgo alto de sequía[1].

Ante los datos y la evidencia, solo nos queda actuar. Abordar esta crisis de forma efectiva está en nuestras manos: pongamos en marcha planes de ahorro hídrico, analicemos los riesgos y establezcamos políticas preventivas o de mitigación, en nuestras empresas; exijamos a los gobiernos mayor implicación en la gestión sostenible del agua; y, como ciudadanos, seamos conscientes que el ahorro de agua es cosa también nuestra.

Con esta inquietud, desde el Departamento de Finanzas Sostenibles y Responsabilidad Corporativa hemos desarrollado una serie de servicios de validación, verificación y certificación en ODS y Agenda 2030[2]. Hemos sido pioneros en el lanzamiento de esquemas propios que ayudan a las entidades en su alineamiento con los ODS y que muestran y demuestran su compromiso con el desarrollo sostenible. Te animo a que les eches un vistazo.

Asimismo, te animo a que también puedas consultar y conocer servicios de gran interés como la Huella hídrica, que presta el departamento de Cambio Climático y Economía Circular.

Tomemos este Día Mundial del Agua para comprometernos firmemente en entender, proteger y preservar este recurso tan vital para promover la paz y el bienestar de nuestras generaciones futuras. Recordemos: sin agua, no hay vida.

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[1] https://www.ine.es/dyngs/ODS/es/index.htm

[2] https://eqa.es/responsabilidad-social-corporativa/ods