El proceso de evaluación de los Bonos Vinculados a la Sostenibilidad
Los Bonos Vinculados a la Sostenibilidad (en adelante, SLB por sus siglas en inglés) son bonos convencionales con la particularidad que vinculan las características financieras y/o estructurales del instrumento financiero al cumplimiento, o no, de determinados objetivos de sostenibilidad previamente definidos. Es por ello que, el emisor define indicadores y objetivos de sostenibilidad y, en función de si se cumplen o no, pueden variar las características financieras del bono. El objetivo de esta tipología de instrumento financiero es generar una mejora sustancial en el perfil de sostenibilidad del emisor.
Actualmente, los SLB tienen una repercusión importante en el mercado de finanzas sostenibles. En el año 2021, la emisión anual de SLB se situó en los 90.000 millones de dólares americanos, en comparativa con los 9.000 millones de dólares americanos del año 2020. Asimismo, alrededor del 95% de la emisión de SLB proviene de emisores corporativos, principalmente europeos. Esta cifra demuestra el interés del mercado en esta tipología de instrumento financiero, principalmente, porque no conlleva un uso de recursos asociado a una cartera de proyectos específica, es decir, a diferencia de los bonos verdes, sociales y sostenibles, los fondos obtenidos en la emisión de un SLB se destinan para fines corporativos. El auge de los SLB está asociado, principalmente, a la necesidad por parte de las compañías de financiar sus planes de transición, por lo cual los SLB se convierten en la herramienta ideal para hacerlo.
Los Principios de los Bonos Vinculados a la Sostenibilidad (en adelante, SLBP por sus siglas en inglés), son emitidos por el International Capital Market Association (en adelante, ICMA), quien, a su vez, ha sentado los pilares en el mercado deuda sostenible ya que también ha emitido los Principios de los Bonos Verdes y Sociales; y la Guía de los Bonos Sostenibles. Los SLBP, contemplan cinco componentes que el emisor deberá justificar para alinear un bono a estos principios, los componentes son:
- Selección de Indicadores Clave de Desempeño (en adelante, KPIs, por sus siglas en inglés): el emisor deberá seleccionar los KPIs que vinculará al bono, justificando su materialidad y relevancia para su modelo de negocio. Asimismo, los KPIs deberán ser medibles, cuantificables, verificables externamente y comparables.
- Calibración de los Objetivos de Desempeño en Sostenibilidad (en adelante, SPTs, por sus siglas en inglés): los SPTs representan el nivel de ambición del emisor, por lo cual este deberá definir los SPTs asociados a cada KPI para un periodo determinado. Los SPTs deberán representar una mejora material en el perfil de sostenibilidad del emisor y ser coherentes con su estrategia de sostenibilidad.
- Características Financieras: los SLB se caracterizan por la variación en las características financieras del bono, dependiendo de si los SPTs de cada KPI se cumplen y/o incumplen.
- Reporting: los emisores deberán informar a sus inversores sobre el resultado de los KPIs seleccionados. Asimismo, deberán informar sobre la revisión externa que verifique el cumplimiento y/o incumplimiento de los SPTs, y sobre toda aquella información que consideren relevante, esto con el objetivo que el inversor analice el nivel de ambición del instrumento financiero. La periodicidad de estos informes deberá ser anual o en cualquier fecha que sea relevante para realizar los ajustes en las características financieras del bono, de ser el caso.
- Verificación: en los SLB la verificación externa es un elemento obligatorio ya que el emisor deberá verificar a través de un tercero independiente con competencia técnica demostrada el cumplimiento y/o incumplimiento de los SPTs para cada KPI. La periodicidad de esta verificación deberá ser anual o en cualquier fecha que sea relevante para realizar ajustes en las características financieras del bono, en caso corresponda.
EQA, verificador ESG independiente, provee servicios de Second Party Opinion (en adelante, SPO) para SLBs. El proceso de evaluación que realiza EQA contempla, principalmente, dos aspectos:
- La evaluación del perfil de sostenibilidad del emisor: evaluamos la estrategia de sostenibilidad del emisor ya que esta es el marco para la selección y definición de los KPIs y SPTs. Asimismo, la estrategia de sostenibilidad permitirá evaluar la materialidad y ambición de los KPIs seleccionados.
- La alineación del SLB con los cinco componentes de los SLBP: esto a través del análisis del Marco del emisor y su alineación con los cinco componentes antes mencionados.
El proceso de verificación del informe anual de KPIs implica la evaluación del cumplimiento, o no, de los SPTs de cada KPI, en consecuencia, la verificación externa determinará si existirá o no una variación en las características financieras y/o estructurales del bono.
En definitiva, el estándar de los SLBP abre la puerta a aquellos emisores que, actualmente, no tienen acceso al mercado de deuda sostenible por no contar con una cartera de proyectos que cumpla con los criterios técnicos necesarios para lograr un etiquetado verde y/o social, pero que tienen grandes ambiciones en términos de sostenibilidad. En esta misma línea, los SLBs amplía el abanico de opciones para los inversores sostenibles.
Finalmente, es importante mencionar que el mercado de deuda sostenible ha llegado para quedarse y ante la proliferación de nuevos instrumentos financieros sostenibles, el mercado deberá estar atento para que estos cumplan su función principal: coadyuvar a la generación de un impacto ambiental y/o social sustancial.
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